Estos días nos encontramos haciendo de canguros con nuestros nietecitos. Pero el sábado nos dieron día libre y aprovechando el buen tiempo hicimos un recorrido en barco por la bahía que incluía la isla Sta. Clara, a la que no habiamos ido nunca. Así tuvimos una visión nueva de La Concha.

El recién nacido no hace más que demandar teta, ya pesa casi 5000 kg, no se sacia nunca. Es una fuerza de la naturaleza. Está precioso. Y el mayor ¡que voy a decir!,