Su fundación se debe a la repoblación que se iba haciendo a medida que se extendía la reconquista en el S. X, pero su auge comienza en el XIII. Obtiene el título de realengo y apoya a la Infanta Isabel en su lucha por la corona de Castilla.
Nos sorprendió la belleza de Sta María, su gótico isabelino ya merece la pena el viaje.
Su esplendor lo consigue en los s. XV y XVI y es cuando se construyen sus mejores edificios, religiosos y civiles. Después comienza su tradición vinícola, ganadera y agrícola. De aquí surge la fama de los vinos de la Ribera del Duero, la morcilla y otras delicias gastronómicas de las que hablaré después.
San Juan