jueves, 3 de julio de 2014

LA CARTUJA DEL PAULAR

El Real Monasterio de Santa María de El Paular fue durante 450 años un monasterio cartujo, desde su fundación en 1390. Actualmente, desde 1954, es una abadía benedictina. Su espléndida portada restaurada enmarca este conjunto de iglesia, monasterio y palacio. Este último convertido en espléndido Hotel.
 Rodrigo Gil de Hontañón, Juan Guasch y el morisco Abderraman, trabajaron en su trazado y otros grandes artistas a través del tiempo.
 La capilla de Monserrat alberga a la Moreneta, y fue el primitivo enclave del Paular. Por orden de Enrique II de Castilla las obras de construcción del cenobio cartujano dieron comienzo en 1390 y se prolongaron durante varios siglos. Los monjes de el monasterio se ocupaban de la actividad económica del valle, la pesca, la madera....
En el siglo XVII trabajaban en el batán del papel 40 obreros, y en él se fabricaron los pliegos de papel en los que —en el taller de Cuesta, en 1604— se imprimió la edición príncipe delQuijote
En 1835 la desamortización de Mendizábal afectó de lleno al monasterio y la orden Cartuja fue exclaustrada. Buena parte de las obras de arte que el monasterio contenía se perdieron entonces, como, por ejemplo, los retablos y altares que decoraban las paredes de la iglesia y los miles de libros que albergaba su magnífica biblioteca. Ya sin monjes que ocupasen el claustro, en 1876, poco después de que Alfonso XII ascendiese al trono, el gobierno declaró al Real Monasterio de Santa María de El Paular como Monumento Nacional, lo que, probablemente, salvó al edificio de la ruina total.
Actualmente en el recinto se celebran toda clase de eventos, como bodas o presentaciones publicitarias.

Las antiguas caballerizas flanqueadas por los centenarios árboles nos llevan a reflexionar sobre el pasado de estos muros.
Todo dispuesto para el cóctel, el maitre nos invitó gentilmente a un vino....declinamos la oferta....no quisimos profanar el espacio de los novios y sus invitados.
Descansando de tantas emociones y del pie claro....me sentía privilegiada de estar en un lugar tan hermoso.
La fuente de los peregrinos del camino de Santiago, dar de beber al sediento, que dice la regla no escrita.
Hermoso mosaico en la recepción del hotel que explica la fundación del Paular, cuantas obras de arte fueron saqueadas, como las de Vicente Carducho, coetaneo de Velazquez  que pintó entre 1626-32 una serie sobre Bruno de Colonia, el fundador de la orden cartujana.





Interiores del palacio




No pudimos visitar la iglesia ni el claustro, lo dejamos para otra vez que nos lleguemos a esta maravilla.

Nosotros también nos sentimos cartujanos, cenobitas, amantes del silencio y de la meditación en estas piedras venerables.

Pero la triste realidad es que quieren cerrar esta joya inigualable ante la falta de ideas para su mantenimiento. Podrían los futuros despedidos hacerse con el control y autogestionarlo ellos mismos, como se ha hecho en otros sitios y rescatar esta obra tan entrañable.
Nos despedimos, hasta la carretera es ubérrima y sus árboles también cimbreándose nos dicen hasta pronto.

miércoles, 2 de julio de 2014

El Valle de Lozoya, Rascafría y El Paular

El sábado pasado, acompañamos a mis nietos hasta Buitrago, recorrimos este bonito pueblo y volvimos a pasear por sus murallas, que nos evocaron unos buenos actores trayéndonos estampas medievales. Los niños estaban encantados. 
Cuando los despedimos y para no hundirnos en la miseria, decidimos recorrer el valle del Lozoya, de donde vienen el agua de tan excelente calidad que abastecen Madrid desde el s. XIX. Y no es que lo diga yo, hasta Benito Pérez Galdós las canta. 
"Curiosamente, el nombre de Lozoya, proviene de Loza, oza, osa, que significa "pastizal" en la forma dialectal del vasco de Guipúzcoa, ya que vascos fueron los primeros repobladores del valle, tras la Reconquista.Hasta el siglo XIX la zona vivía de la explotación de sus recursos naturales (aprovechamiento de los pinares, fabricación de carbón de roble y productos ganaderos) además de un pequeño sector industrial: fábrica de papel, caleras de caliza, diversos molinos harineros, batanes y telares de lino".


El fin de siglo atrajo la atención de los pedagogos de la Institución Libre de Enseñanza quienes empezaron a divulgar los encantos de estos rincones como recurso educativo y patrimonio para el ocio, y la conservación.
Arboreto Giner de los Ríos
"Después, fueron la Real Sociedad Española de Alpinismo "Peñalara" y la "Generación del 27", los que impulsaron y convirtieron el valle en importante centro de atracción para los madrileños y seña de identidad para la Sierra Norte".
Original establecimiento "con encanto", ecológico con su propio huerto, y sus lechugas sin conservantes. 
Esta vez no hubo piragüismo, no teníamos tiempo, nos esperaba Rascafría y el Paular. 
 Todo el valle está en pie de guerra contra el cierre del Hotel El Paular, se veían cantidad de carteles como este. Es un clamor. 
 Las gargantas de Rascafría son cantarinas, transparentes y llenas de vegetación. Este pueblo tiene cantidad de rutas, senderos o piscinas naturales como las presillas que lo convierten en un lugar paradisíaco....y tan cerca de Madrid.
Lozoya al borde del embalse de Pinilla
 Otro factor que hace atractiva esta localidad es su frescor, hay que dormir bien abrigado en pleno verano. 
Dejo para mañana la crónica del Paular, la guinda del pastel. 
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