Yoga en El Valle del Tietar

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Era la primera vez que hacíamos el curso en este sitio, en "El Torreon", así que aunque teníamos buenas referencias, la realidad superó las expectativas. La finca era acogedora y el baño providencial, debido a las fuertes temperaturas del calor africano que sufrimos. Fotos del grupo, de la piscina y de unas rocas que nos encontramos "el mono" en una marcha que hicimos por el monte, si, a pesar de la calorina, el camino estaba lleno de pinos que nos ofrecían su sombra bienhechora. Las charlas las hicimos en el cesped y rodeados de los trinos de pájaros de mil colores.
La profundización en el yoga se consiguió totalmente, el marco era incomparable, estas fotos están tomadas al amanecer desde una terraza del torreon, el valle se mostraba inmenso, parecía estar para nosotros solos.

De Collages

Hicimos otra excursión a un hotel-restaurante, cercano, se llamaba ""La Canela" y era así de curioso.

De C

La casa me impresionó tanto que no me resistí con las fotos, la biblioteca con la chimenea fue la pieza q más me gustó, lleno de enciclopedias y colecciones de libros valiosísimos y con un ventanal en redondo enmarcado en maderas, dando al jardín. La terraza blanca tamizado por hilo finísimo era mi rincón favorito para el yoga. Qué decir de los cuadros, alfombras y los mil detalles que tenía el alojamiento. Otro rincón "con sabor" fue el acuario con el terrario de cactus. Las habitaciones cada una estaba decorada con diferente estilo. En fin una verdadera casa con "encanto".

De Collages

Fue un curso inolvidable, tuvimos la dulzura argentina de Mariane, y su mate, el habla portuguesa de Alejandra, el humor imprevisible de Angel, con su "impermanencia" tan personal, A mi tocaya gloria que llevó a sus amigas, Magdalena que se "mojó" Ana con sus mágicas manos para aliviar dolores o picaduras. Al reencuentro con Pilar en este curso, después de tanto tiempo. A Rocío que nos divulgó la neurociencia, a Rosalía con sus amenas historias sobre Madrid y rematando una niña que estuvo con nosotros llamada María de 10 años que hizo yoga exactamente como los angeles, acompañada de sus padres. Nos sentimos otra vez privilegiados por poder realizar yoga en sitios tan especiales como éste y con gente tan especial como todos vosotro/as. A todos muchas gracias y a la ayuda de Jesús con la magnífica música que nos puso y en especial al profesor Juan Ignacio.