Un día que coincidí con un antiguo compañero Pedro López Dieguez
en unas conferencias de la Fundación Barreiros, me habló sobre un trabajo que realizó sobre su pueblo: "Mondejar Crónica incompleta", y por sus charlas y exposiciones ha recibido el título de su Ayuntamiento de hijo Predilecto y Adoptivo, en la foto, así que nos contagió su entusiasmo y ayer fuimos a conocer este bonito pueblo de la baja Alcarria. Nos gustó tanto que he decidido compartirla aquí.
La historia de Mondejar se remonta a finales del s. XI, cuando gracias a las fértiles vegas que riegan los ríos Tajo y Tajuña permitió el asentamiento de agricultores. Más tarde formaban parte de la Orden de Calatrava, aunque posteriormente dependieron del reino de Castilla.
Sancho IV favoreció el comercio y Mondejar se convirtió en un centro importante comarcal. Sin embargo la aparición de la poderosa familia de los Mendoza fue decisivo en la historia de la Alcarria y de toda la provincia de Guadalajara. La imponente iglesia de Sta. Mª Magdalena sorprende por su grandiosidad, 1ª mitad del s. XVI el primer Marques de Mendoza la manda construir, y presenta gótico, renacentista y plateresco, su interior nos sigue impresionando por su gran riqueza ornamental.
El Ayuntamiento a través del trabajado enrejado. En el s. XIX con la abolición de los señoríos, Duques de Tendilla, Marqueses de Mondejar dieron a la población un magnífico patrimonio monumental.
La plaza asoportadala tiene un carácter dinámico, lleno de vida, son famosos sus asados de cordero, migas y productos de la huerta, también los dulces elaborados con la famosas miel de la Alcarria, como los nuégalos o turrón a lo pobre, debido a la abundancia de la almendra.
web Herrera Casado. En la guerra civil el magnífico retablo fue dañado y se restauró en 1.996 |
El coro plateresco es uno de los más importantes de este etilo, rematado con bóveda de crucería. Escudos de los Mendoza.
Detalle del altar en bajorrelieve, muy colorido, la última cena. |
No pude resistir la tentación, eran tan rococos y brillantes que me estaban diciendo : "Mira que lucidos"
La puerta de madera que mira al altar aunque no tiene la grandiosidad de la principal aún conserva su belleza
Y que mayor arte que la de esta señora del pueblo tirando del carro para alimentar a su familia, un monumento para ella. Voy a continuar en otro post pues es mucho lo que tiene Mondejar.
1 comentario:
En la Fábrica, Pedro López hablaba mucho de Mondéjar. Ahora lo comprendo. Tenía motivos para ello.
Una vez prejubilado y ya jubilado, se dedica a propagar su Historia, sus riquezas.
Magnñifica labor. Un saludo de tu antiguo compañero José María.
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