ATIENZA Guadalajara

Si por algo se caracteriza este lugar es por los restos de su castillo roquero. Atalaya de lo irreal. La torre del homenaje es el único vestigio de sus mil batallas, del maltrato de los tiempos y de su solera. La historia nos viene en un libro estupendamente escrito por J. Serrano Belinchón y fotografiado por J.José Pascual. Atienza se encuentra en un escondido rincón de viejos repliegues entre las dos Castillas, cerca de la sierra de la Pela, que no sé si se llamará así por el "frío que pela"....

Sus cerros no sobrepasan los mil metros y su relieve es árido y brusco, pero produce exquisita ganadería. Su historia viene dada por ser paso obligado entre Castilla y Aragón. Aparecen ya restos del Neolítico, pero es en la época celtíbera donde  hay un poblamiento en el castillo importante. En tiempos romanos los tithios derrotan a los ejércitos de Metelo y Pompeyo, aunque cuando cae Numancia también Tithya se rinde a Escipion.

la típica casa del cabildo, barroco castellano
en la pl. del Mercado

El periodo musulmán es un delirio de rencillas hasta que Almanzor arrasa la villa en el 989. Llega la reconquista a Toledo y es por entonces que pasa el Cid camino de Valencia escribiendo "de diestra Atienza, las torres que moros las han" .  Alfonso VI consigue incorporarlo a la corona de Castilla aunque continuarán las luchas con los moros, hasta que Alfonso I de Aragón, lo convierte en castillo inexpugnable y  comienza las obras de las murallas. También hace la primera iglesia de Atienza Sta. Mª del Rey.

Consiguió en el s. XII un importante fuero, algo así como ser capital de provincia de un amplísimo Común de Villa y Tierra, con un gran territorio que llegaba hasta las riberas del Tajo por la Baja Alcarria y  tierras de Soria por el Norte. 

Claro que fue Alfonso VIII el de las Navas de Tolosa el que le diera el mayor impulso urbanístico y social a Atienza, en reconocimiento al episodio de su custodia cuando era niño, tan es así que llegó a vivir en la villa y asistiría en persona a la Caballada, fiesta que conmemora el hecho de que unos arrieros lograron salvar al niño-rey de sus captores, sacándole disfrazado en plenas fiestas. 

Horizonte infinito, abajo la iglesia Sta. Mª con el camposanto

"Desde entonces hasta el presente se celebra una fiesta el domingo de Pentecostés, la caballada de Atienza, de interés turístico, y existe una cofradía, la Cofradía de la Santísima Trinidad, que afirma ser heredera de la antigua cofradía de arrieros que sacó de Atienza al rey Alfonso VIII."

"A partir del siglo XV perdió importancia al dejar de ser ciudad estratégica y fronteriza. La antaño floreciente actividad mercantil languideció en beneficio de otras rutas.

En el siglo XIX se verá seriamente afectada por la Guerra de la Independencia. Fue cuartel general de El Empecinado, por lo que los franceses, al mando del general Duvernet, se ensañaron con ella en varias ocasiones, desvalijando las iglesias y saqueando las casas para posteriormente incendiar gran parte la villa."

Las salinas del río salado, que ya se explotaban en tiempos romanos, foto desde el autocar. 

  

 Diversidad de paisaje, margas, calizas, cereales, pinares, barrancos, caminos......

Desde el castillo imponen las vistas espléndidas, la plaza de Toros y una parte del pueblo.  

 Siete iglesias posee Atienza, algunas con verdaderos tesoros, supervivientes de saqueos y batallas..

Hasta lo alto de la torre del homenaje subimos, mi pie sintió cada una de los cantos rodados del camino......pero no por eso disfruté menos de la ascensión, al contrario, el paisaje mereció la pena. 

 Bello conjunto asoportalado que nos sumerge en la rica historia de Atienza.

 Ya habíamos pasado el incidente. Al regresar el autocar se quedó sin frenos, olía a quemado y el conductor no podía frenar, ni meter las marchas, pasamos una rotonda "desenfrenados" y a punto de tener un accidente grave, pero todo quedó en susto. En la foto esperando al nuevo autocar. Las zapatas habían rozado los ferodos....acabamos todos sabiendo de mecánica. Y con el amargor en el cuerpo. En Hita. 

Hay que visitar sus interesantes museos de arte sacro que resumen el esplendor de tiempos pasados de este pueblo que nos ofrece tanta belleza y que no hay que dejar pasar sin conocerla, si queremos conocer la España profunda.