miércoles, 2 de julio de 2014

El Valle de Lozoya, Rascafría y El Paular

El sábado pasado, acompañamos a mis nietos hasta Buitrago, recorrimos este bonito pueblo y volvimos a pasear por sus murallas, que nos evocaron unos buenos actores trayéndonos estampas medievales. Los niños estaban encantados. 
Cuando los despedimos y para no hundirnos en la miseria, decidimos recorrer el valle del Lozoya, de donde vienen el agua de tan excelente calidad que abastecen Madrid desde el s. XIX. Y no es que lo diga yo, hasta Benito Pérez Galdós las canta. 
"Curiosamente, el nombre de Lozoya, proviene de Loza, oza, osa, que significa "pastizal" en la forma dialectal del vasco de Guipúzcoa, ya que vascos fueron los primeros repobladores del valle, tras la Reconquista.Hasta el siglo XIX la zona vivía de la explotación de sus recursos naturales (aprovechamiento de los pinares, fabricación de carbón de roble y productos ganaderos) además de un pequeño sector industrial: fábrica de papel, caleras de caliza, diversos molinos harineros, batanes y telares de lino".


El fin de siglo atrajo la atención de los pedagogos de la Institución Libre de Enseñanza quienes empezaron a divulgar los encantos de estos rincones como recurso educativo y patrimonio para el ocio, y la conservación.
Arboreto Giner de los Ríos
"Después, fueron la Real Sociedad Española de Alpinismo "Peñalara" y la "Generación del 27", los que impulsaron y convirtieron el valle en importante centro de atracción para los madrileños y seña de identidad para la Sierra Norte".
Original establecimiento "con encanto", ecológico con su propio huerto, y sus lechugas sin conservantes. 
Esta vez no hubo piragüismo, no teníamos tiempo, nos esperaba Rascafría y el Paular. 
 Todo el valle está en pie de guerra contra el cierre del Hotel El Paular, se veían cantidad de carteles como este. Es un clamor. 
 Las gargantas de Rascafría son cantarinas, transparentes y llenas de vegetación. Este pueblo tiene cantidad de rutas, senderos o piscinas naturales como las presillas que lo convierten en un lugar paradisíaco....y tan cerca de Madrid.
Lozoya al borde del embalse de Pinilla
 Otro factor que hace atractiva esta localidad es su frescor, hay que dormir bien abrigado en pleno verano. 
Dejo para mañana la crónica del Paular, la guinda del pastel. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias chica, que bonito....esperamos la segunda parte... Angie.

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