viernes, 12 de febrero de 2016

PALENCIA, La bella desconocida

La ciudad de Palencia se encuentra situada al sur de la provincia del mismo nombre, en la inmensa llanura de  Tierra de Campos, en una fértil vega regada por el río Carrión. El norte es montañoso y minero. 

foto wiki, me quedé sin batería 
Desde el Cristo del Otero se divisan bien los amplios horizontes de la meseta castellana. El tráfico es intenso, pues su situación estratégica le hace  nudo de comunicaciones entre el norte y sur de la Península Ibérica. El autor de la escultura es Victorio Macho. 

Es una delicia recorrer su calle Mayor, larguísima, totalmente peatonal, bordeada de elegantes edificios catalogados  
 Hacía tiempo que no visitábamos Palencia. Conocimos anteriormente el norte de la provincia con su románico intemporal y sus pueblos, los primeros de España en obtener el título de municipio al comienzo de la Reconquista. Así que esta vez decidimos hacer una escapada y conocer  esta ciudad que ya para nosotros ha dejado de ser la "Bella Desconocida" para convertirse en la bellísima reconocida. 
Todo el tiempo nos recomendaron mirar hacia arriba, no había detalle que perder, la ciudad conserva el sabor típico  castellano con un gran pasado histórico. Vacceos, romanos y visigodos hollaron estas tierras ricas en historia.  
 
Palencia pertenece a la Comunidad Autónoma de Castilla y León, capital de la provincia del mismo nombre. Se encuentra situada en plena meseta Norte. Tiene unos 80.000 habitantes. 



En época medieval Palencia fue residencia real, y en ella se fundó 1.208, la primera Universidad de España.
 Colegio de Villandrando, Obra de Jerónimo Arroyo de 1911. Neogótico, realizado en ladrillo rojo y piedra blanca, está rematado por un friso de cerámica vidriada de Daniel de Zuloaga, que representa a su fundadora, la Vizcondesa de Villandrando y sus dos doncellas, junto al escudo de la familia. 





 La aguadora con su cántaro en la cadera, recuerdo de los tiempos en que había que ir a las fuentes a por el agua, que claro, corría a cargo de la mujer....siempre trabajadora e infatigable. 
 Iglesia de nuestra  Sra. de la Calle, patrona de la ciudad, de la Compañía jesuítica de 1.584. Tuvo gran importancia en la vida cultural y política del medievo, pues con ocasión de las Cortes se alojaban en él los altos cargos. 
Bellísimo claustro gótico lateral, sus juegos de luces y sombras te dejan atrapada largo rato, absorta en tanta espiritualidad como rezuman. 

"Sus primeros vestigios arqueológicos son de asentamientos prerromanos en el solar de la ciudad actual, a la que los celtíberos denominaron Pallantia. El pueblo que la ocupó fue el de los vacceos: el más culto de las tribus celtíberas, agrario y con una poderosa organización militar. En el siglo II fue conquistada por los romanos. 
Con los visigodos llegó una de las etapas de mayor esplendor para la ciudad, pues la constituyeron en sede de la corte, además que desde el siglo IV también era sede episcopal de relieve (se dice que su diócesis era la más importante de España tras la Toledana). Quedan restos del vestigio visigodo en la Cripta de San Antolín (que es la actual cripta de la Catedral) y en la cercana localidad de Baños de Cerrato con su iglesia de San Juan de Baños (siglo VII), situada a tan solo 7 km de la capital que está considerada la obra cumbre de la arquitectura visigoda."

 
Ladrillo y soportales para mitigar los rigores del clima mesetario que conforman el recio carácter de las poblaciones de este lado de la meseta, no exento de sobria belleza. 

 El monumento a Alonso Berruguete, escultor e imaginero palentino, realizado por otro ilustre natural de Palencia, Victorio Macho.  
 El palacio de la Diputación es obra de Jerónimo Arroyo, 1.914, de estilo renacentista, en su interior han trabajado artistas como Casado del Alisal.
  




Detalle de  la iglesia de San Lázaro, gótica, se cree que en sus orígenes era un Lazareto fundada por el Cid Campeador. 

Santa Clara gótico s. XIV bajo los Trastámara y panteón después de los Almirantes de Castilla.  

Y San Miguel de transición románico-gótica s. XI-XIII, está en el antiguo barrio judío y destaca sobre todo su imperial torre  almenada y abierta de par en par por sus altísimas ventanales góticos.  Los palentinos se sienten muy orgullosos de esta singular torre vigía. 


 Con las últimas luces del día y el arte representando a la mujer que bien pudiera ser Palentina : "Es también de destacar que, en 1388, mientras los palentinos estaban fuera de la ciudad, tropas del Duque de Lancaster llegaron con intención de saquear la ciudad, la cual fue defendida valerosamente por las mujeres palentinas evitando que Lancaster sometiera a Palencia. Por ello se premió a la mujer palentina con la banda amarilla de honor, que sólo podían llevar los hombres, y que hoy día queda patente en el traje regional."
  
 El río Carrión bordea Palencia dando un bonito conjunto de parques y jardines que le dan a la ciudad un buen nivel de naturaleza y de senderos a recorrer. 
 
 La hora bruja en que no es de día ni noche tampoco es....esa hora incierta y mágica en que se evoca el misterio y la imaginación. 
Puentecillas el puente de origen romano es el más famoso de los tres puentes que se reflejan en el Carrión, me llamó la atención su bajo pretil. 
Monumento al maestro en la pl. de la catedral, además los cipreses daban un aspecto irreal al conjunto. 
La gastronomía es un punto más añadir a los encantos de Pallantia, sus materias primas son muy reconocidas. Y había que coger fuerzas para recorrer tantas cosas hermosas como Palencia nos deparaba. Seguiré capítulo aparte con la catedral, que por sí sola merece un post para ella sola.

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