sábado, 11 de febrero de 2017

Palacio de Boadilla o del Infante Don Luis

Hay que pedir cita para visitar el Palacio del Infante, don Luis de Borbón, un hombre que por amor abandonó su estado religioso, cardenal y todo su patrimonio. Se encuentra como dice el título en Boadilla del Monte, a pocos kms. de Madrid. Han empezado a restaurarlo con fondos Feder y las visitas son gratuitas. El edificio lo construyó como finca para la caza,  y es un  personaje tan interesante.
El primitivo edificio llamado de las dos torres, sobre el que fue construido, era del señorío de los González de Uzqueta y el infante, hermano de Carlos III por parte de padre, conservó y amplió añadiendo nuevas dependencias.  Corría el siglo XVII, Ventura Rodríguez fue el encargado de reformarle, cosa que logró en tan solo dos años: 1763-65. Perspectiva y proporción, una de las torres alberga la capilla que le proporciona mucha luz. 

Don Luis fue destinado por la familia a la vida religiosa, a los siete años ya le nombraron arzobispo de Toledo, de Sevilla y llegó a ser cardenal, pero cuando llegó a los 27 años reflexionó y abandonó sus cargos, si bien su hermano no le quería dar la dispensa de casamiento, pues temía que amenazara con sus derechos a la corona y le iba dando largas. En la foto se ve la fuente que añadió el arquitecto para cerrar la plaza y que además es un cubo que contiene un depósito de agua. La fuente y el palacio fueron declarados Monumento histórico en 1.974.   
 La capilla es la única dependencia, junto con el vestíbulo  y la sala de música que está restaurada, el resto del palacio está completamente vacío y en un estado lamentable, pues llegó a ser cuartel durante la guerra civil y muy cerca del frente de Brunete.  En el altar estaba un cristo de Velázquez pues el infante era un gran mecenas del arte y un gran coleccionista. Luigi Boccherini dio aquí conciertos de música y estrenó alguna de sus inolvidables composiciones
Una de las tres terrazas que en diferentes niveles tiene la finca, el diseño también lo hizo Ventura Rodríguez y le dan una gran escala al palacio. Se ha recuperado íntegramente, con planos del catastro, por una gran paisajista natural del pueblo, (siento no acordarme del nombre), pues era un erial y , presenta este artístico dibujo. Debajo están las caballerizas por lo que el drenaje ha sido muy costoso. En el nivel siguiente están los frutales y en el último la huerta. Al fondo los montes de Boadilla. Y en el centro nos dice la guía que estaba una gran fuente que ahora luce en los jardines del Campo del Moro, en el palacio real de Madrid. Ironías del destino.  


Otra vista de un lateral de los jardines estilo Versalles. Desde aquí don Luis impulsó su patrocinio artístico y científico en el contexto de la ilustración. Pero tuvo que abandonar su gran obra, pues su hermano para permitirle casarse le obligó a irse a 100 leguas de la corte y se retiró a Cadalso de los Vidrios y después a Arenas de San Pedro. Y realmente el hombre lo que quería era tener una familia, no tenía aspiraciones al trono ni nada por el estilo. 
 Se casó con una joven de 17 años cuando él ya tenía 49 y nacieron dos hijas y un hijo, una de ellas fue la condesa de Chinchón (inmortalizada por Goya)
La tumba de la condesa de Chinchón, que aunque la metieron a monja, luego la casaron con Godoy (valido de Carlos IV)para acallar los rumores de su lío con la reina y con muchas más mujeres. Ella aprovechó para pedir la restitución del patrimonio de su padre y recuperó el palacio, residiendo algunas temporadas.  Aquí se ve lo triste que fue su vida, pues el Godoy seguía de don juan impenitente, se dice que incluso con la Tudó, una de sus  amantes iban los tres a todas partes (increíble). Hay una figura alegórica de la tristeza encima de la tumba. Cuando Godoy fue depuesto, ella se marchó a París y le dejó, con lo que pudo rehacer su vida.(menos mal). 
Esta es la tumba de la duquesa Carlota, la otra hija que aparece abrazando a su esposo, tan contenta, en comparación con su desgraciada hermana. 


El ayuntamiento compró a los herederos el edificio sin muebles, desnudo y ha comenzado la restauración, junto con la comunidad de Madrid y la Europea. La inversión es de 5 m. de euros. 
Boadilla tiene un gran patrimonio histórico, este es el Convento carmelita de la Encarnación s. XVII, de las carmelitas descalzas de 1674, habitado durante tres siglos, el ladrillo tan característico del estilo madrileño, heredero del mudéjar, obtiene un gran resultado. En la iglesia descubrimos calefacción en el suelo que nos sirvió para conseguir entrar en calor pues el día era de -1º y estábamos ateridos. Había una boda de tiros largos, con sombreros, chaqués, bueno, bueno.....

¡Ah! y una pieza muy curiosa, un gallinero que construyó el infante en forma de hexágono para tener toda clase de aves, incluso con estufas. La única que se conserva en Europa de este estilo. 
 Tenemos que volver otro día que haga mejor tiempo, para pasear por los jardines y por el monte de Boadilla.....se lo merece.   

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy interesante tu visita al palacio de Don Luis,y como siempre tus comentarios son estupendos, siempre me gustan. Marivi.

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