El famoso cabecero, donde la ropa se para,
incomprensiblemente, y no va directa al armario. La explicación es que se deposita ahí para que cada uno coja su ropa y la coloque en su sitio. No es tan dificil ¿o sí? Creo que tendremos que hacer todos un cursillo doméstico.
2 comentarios:
Gloria...eres un sol.
Creo que a tod@s nos haría falta hacer un cursillo cada cierto tiempo...a modo de reciclaje.
Gracias Alicia, si, pues las tareas domésticas son pesadas si no las abordas con optimismo y pensando que tienen importancia para el bienestar de la familia o para los amigos que nos visitan. bss
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