La Quinta de Los Molinos

El lunes pasado y aprovechando que era fiesta por el día del padre en Madrid nos fuimos a visitar La Quinta de los Molinos, con la ilusa ilusión de ver los almendros en flor que los hay a miles en este parque. Pero ya habían desaparecido pues florecen en el mes de Febrero y además efímera y fugaz pues la belleza auténtica vuela a fundirse con el viento (hoy, es día de la poesía...)

 "Este jardín fue propiedad del conde de Torre Arias. En el año 1920 lo regala al arquitecto alicantino César Cort Botí, que era profesor de Urbanismo en la Escuela de Arquitectura así como concejal del Ayuntamiento. Éste construyó un jardín de tipo mediterráneo. A su muerte, el parque quedó semi abandonado.

En septiembre de 1980 y tras un convenio con la Gerencia Municipal de Urbanismo, se cede al Ayuntamiento de Madrid tres cuartas partes de las 28,7 hectáreas de la propiedad original, permitiendo que el resto del parque fuera de uso residencial."

El parque está al final de la calle Alcalá y se llega muy bien en el metro "Suances". Después del tiempo lluvioso que hemos tenido, se agradecía el día soleado y luminoso 

 y ver estas flores tan cuidadas y bien combinadas fue un regalo para la retina, para el espíritu y no digamos para el ánimo. 

El reflejo del palacete en los charcos me inspiró este clic

la foto es de pag. web

Esta construcción no supe averiguar a qué se dedicaba, ¿teatro? ¿carreras?

Hay muchos senderos de tierra y también alguno asfaltado, el paseo fue estupendo, vimos fuentes de inspiración árabe, acequias. Todo recordaba al paisaje alicantino, solo le faltaba el mar, claro. 

Y como olían estas divinas flores, ¿peonías? ¿pensamientos? 

Animado estaba el paseo principal ¿Quien podía perderse un día así?