Las primeras nieves daban un nuevo atractivo al paisaje, el Manzanares ya tiene el alimento asegurado desde el Ventisquero de la Condesa, donde nace. Abajo la piedra pulida y desgastada tallando caprichosas formas en en el cauce alto.
Espléndida la montaña se yergue perseguida por la vegetación, en un duro combate con el granito. |
Llegamos casi a las 10 de la mañana y ya estaban a punto de cerrar el cupo de coches, eso nos permitió llegar al último aparcamiento y hacer una marcha mas larga que de costumbre, así que rebasamos Charca Verde y desde la senda ya de tierra, pudimos verla desde arriba, encajada en su correr pedestre.
Luego volvimos al camino habitual y en una parada obligada vimos las cascadas que forman los pasos del aprendiz de río.
El brillo del agua era irresistible, los colores garantizados: madreperla engarzada en la garganta imparable.
La cabra montesa apenas destaca entre las enormes piedras, vienen a ver si pueden pillar algo de la merienda de los excursionistas. ¿Olerían las ricas sardinas en tomate?
5 comentarios:
Gracias, por tus fotos, que alegría me das besos. A.C.
Gracias Gloria, me parecen muy buenos, la verdad es que nos hizo un día de montañas estupendo.R.F.
Que suerte poder estar en un lugar así, que maravilla y que frío , pero que valientes, me alegro que pasarais un buen día. Un beso. Conchi
Fotos Preciosisimas, acompañadas de bellos relatos que hacen que te sientas en el sitio justo.
Aprendiste bien tu carrera y ahora lo demuestras con gran brillantez. Te quiero.mªcarmen
Yo me he conformado con verla en los tejados de mi calle.marivi
Publicar un comentario