Praderas llenas de cantidades de almendras, un goce estético breve y efímero como un suspiro.
Se llega en metro por la L 5 en Suanzes, arriba de la calle Alcalá. Ya expliqué en otra entrada la historia de la Quinta. Un arquitecto alicantino hizo una finca agrícola con plantas y árboles mediterráneos. Después se lo cedieron al ayuntamiento sus herederos.
El sol celaba entre las ramas y nos dejaba una penetrante sensación de belleza. Otra sensación poderosa era el olor, penetrante y perfumado.
Buen trabajo el de los jardineros, mosaico de colores.
las flores blancas, como botones o margaritas aventajadas
La finca tiene este palacete de influencias modernistas, también tiene molinos, albercas y muchas cosas para disfrutar de un agradable paseo.
2 comentarios:
Bonitas imágenes acompañadas de
buen comentario poético.
Felicidades Gloria.
Un saludo
Un gran reportaje. Unas excelentes fotografías.
Todo muy bien narrado y comentado, como corresponde a una gran enamorada de la belleza, del paisaje, de la Naturaleza....
Sigue así, Gloria, nos deleitas.
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