Desde Casar, nos fuimos hacer una excursión a Mogarraz, patria chica paterna de Juan Ignacio. Se encontró con familiares y conocidos y fue un día bien bonito para él. Le hablaron de su niñez, de sus padres, tías y mereció la pena el viaje. Si. Recorrimos sus calles, sus plazas, bares, y sobre todo hablamos con los familiares y paisanos. Nos quedó un buen recuerdo y cariño para ánimo.
La iglesia de Mogarraz
Decorada como todo el pueblo con fotos del carnet del año 67, idea del pintor Florencio Maíllo, que le da un toque de originalidad a este bonito pueblo, que además no tiene la masificación que su vecino La Alberca.
|
La antigua casa de los padres de Juan Ignacio, con una columna con la efigie de una mora a las tres fachadas...se basa en una leyenda según la cual. la mora cautiva se asomaba todo el día a las tres calles.....y cautivaba a todo el que pasaba y la miraba, tan bella como una hurí.
Detalle de los cuadros de Maíllo que decoran el restaurante con motivos del propio pueblo.
libro para la nota...tan artístico y en consonancia con el lugar.
La sierra de Bejar, desde los ventanales del restaurante Mirasierra, familiares, donde se come muy bien.
Pero desde Casar, hay que pasar primero por la sierra de Francia y Parque de las Batuecas, penetramos en Salamanca por el Sur y en la foto vemos allá a lo lejos el Monasterio de las Batuecas, de clausura masculino, ahora han desviado la carretera para aislarse de los turistas que protestamos pues no permitían la entrada a mujeres.
Antes de llegar a La AlBerca nos paramos en este castillo, construido como réplica medieval en versión hotelazo, El Temple, con casitas como alojamiento de estilo alberquiano.
Artesonado dentro de El Temple, una construcción admirable y que albergaba, en el momento de nuestra visita, cinco bodas, lo que da idea de su extensión y medidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario