Ayer estuvimos en la Laguna de Peñalara, un lugar emblemático de la sierra de Guadarrama, disfrutamos cada tramo, que subidón como en los viejos tiempos. |
Y a pesar de que llegamos pronto el aparcamiento ya estaba bien completo, si nos descuidamos unos minutos ya no tendríamos sitio....claro que siempre está la alternativa de coger el autobús o el tren que desde Madrid llega a Cercedilla y desde ahí el cremallera que llega a Cotos.
Espléndida, Cabezas de Hierro nos recibía así de vistosa...Hacía frío y las temperaturas eras bajas...pero luego se quedó un día de cine.
Y ya pertrechados con todo el equipo nos dispusimos a emprender la marcha, nos esperaba la aventura, hacía tiempo que no íbamos a la Laguna de Peñalara.
Primero atravesamos el bosque, la nieve no estaba helada y aquí el viento dejó de soplar, comenzamos a disfrutar.
A la izquierda se ven las campas que están debajo de Cotos, ya en otra ocasión que no pudimos subir a la Laguna por el hielo correteamos por ahí, nos gustó tanto, siempre se descubren rincones nuevos.
Al fondo se ve Somosierra, otra formación del Sistema Central que divide en dos las mesetas castellanas. Ya cogíamos altura.
Y salimos a espacios abiertos, sentí algo de vértigo pues había tramos en que las laderas caían a plomo, pero afortunadamente los crampones son un invento y caminaba con mucha soltura y confort. Mis compañeros dieron algún traspiés e incluso un par de caídas por que la nieve estaba blanda y resbalosa, pero nos reímos mucho....
Y llegamos al circo de la laguna, el Peñalara se muestra imponente, la línea recta del fondo a sus pies señala el lugar en el que en el terciario se formó el glaciar que dió lugar a la pequeña laguna. Hoy espacio protegido por el Parque Nacional del Guadarrama. Aún nos quedaba el trecho final, una buena remontada.
A la izqda., se ve el refugio en una buena atalaya a un escalón de la cumbre del pico más alto de la Sierra.
Imponente escenario, no carecía de grandiosidad. El silencio nos ayudaba a comunicarnos con su grandeza. Pétreo, granito puro, protegido su entorno...para que todos podamos gozar de esta sensación de infinita naturaleza
Esta es la recompensa, tuvimos dificultades pero merecía la pena, fue un reto volver después de tanto tiempo a contemplar esta maravilla. Un lugar bien emblemático.
Ya nos sobraba la ropa, los excursionistas por la senda marcada, sin salirse de los hitos del camino. Lo teníamos al alcance de la mano. Al fondo La Morcuera.
Vimos con asombro como bajaban del pico Peñalara los esquiadores por las canales imposibles, desafiando a la gravedad...
La Laguna de Peñalara para nosotros solos.
A nuestros pies, después de comernos tranquilamente el bocata, era la hora de inmortalizar el momento.
Y bajando, la cabaña para controlar a los excursionistas, los findes se pone hasta arriba de gente.
Una foto para ver el grosor de la nieve que se ha hundido en el arroyo que desagua el circo, casi un metro.
Y ya en el mirador de la gitana, hasta me atreví a ensayar algunos pasos de Bollywood...jajaja
"Cuantas veces te esperara, cara fresca, negro pelo en esta verde baranda" F. Gª Lorca. |
5 comentarios:
Muy bonita las fotos, Margarita
Me ha gustado mucho, aunque la profe de Aula abierta no me ha dejado verlas despacio. PERO ASI ES ELLA, puro nervio. Pero en el fondo la queremos muchiiiiisiiiimmmmmmo
¿Y el baño en la Laguna de Peñalara, qué?
Ahí os quería yo ver....
Muy bonito el reportaje(que envidia me dais)Además se ve que sois entendidos en la orografía de la sierra madrileña, que sigáis así de marchosos. Mariano
Gracias de lo mejor de nuestra sierra. el Cardi
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