Torre del Mar, Fuengirola, Málaga

Y por motivos familiares recalamos en este pueblo de la costa malagueña, que  acoge hospitalarios a nuestros viajados huesos. De origen fenicio, se encuentra enclavado en la Costa del Sol y orientado al sureste. Por su suelo pasaron romanos, bizantinos, visigodos y árabes, hasta su definitiva conquista en el s. XV por castilla. 

Castillo defensivo a la altura de la desembocadura del río Fuengirola

 Sus 10 kms. de extensión se hallan totalmente urbanizados con mucha colonia de extranjeros nórdicos sobre todo que poseen sus colegios, centros cívicos etc...buscando su maravilloso clima suave y soleado durante todo el año. En verano llega a tener  aprox. 250.0000 habitantes.

 Y siguiendo hacia el Este llegamos a Torre del Mar que nos sorprende con su magnífica bahía coronada de montañas que la protegen. Su nombre viene de Torre Vigía de carácter defensivo, allá por los s. X u XI.

El atardecer nos presta esta bonita imagen.

Y de nuevo Fenicios, Griegos, Cartagineses, Romanos, pero no será hasta el s. X que encontramos vestigios escritos refiriéndose al poblado como Miraya Ballis, de carácter militar para defenderse de los ataques piratas. En el S. XVIII fue escenario de la batalla entre tropas hispano-francesas contra anglo-holandesas.  

 En su puerto de La Caleta amarra la flota pesquera más importante de la provincia. 

 Se nota prosperidad en la ciudad, en el amplio y bien urbanizado paseo. La pesca y la agricultura de productos subtropicales principalmente, la han hecho resistir a la crisis. En los años 60 el turismo y su promotor A. Toré Toré promociona el balneario fuera de España y comienza su gran expansión turística (Construcciones Totó)

Templete en el paseo para conciertos.
foto web 

Barbacoa para las sardinas asadas o pesto, tan típicas, foto Web 

foto web Vista de la bahía.

Y así nos despedimos de Málaga y Torre del Mar, haciendo yoga en la playa y sintiendo una profunda unión con el mare nostrum que tanto ha marcado a este litoral.