Nuestro guía que entusiastamente nos iba deleitando con la historia y modos de vida de la zona, nos hablaba de como la alfarería y la miel eran productos famosos, que los habitantes de aquí llevaban a la campiña para curar los resfriados. También nos hablaba del embalse El Vado y un pueblo llamado La Vereda donde el Seprona confiscó las viviendas por ser un sitio de especial belleza y lo dio a una asociación de arquitectos de Madrid para que mantuvieran la villa, mediante una cuota se podía ocupar una vivienda pero no daba derecho a su posesión. Al principio no había ni agua ni luz. Hace muchos años que la visitamos, el hijo de un amigo, Quique, tuvo una. Pero esa es otra historia..... |
1 comentario:
Gracias por tus fotos. Andrés
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